El Proyecto de un Parque cívico en Vitacura es un proyecto Bicentenario.
El Proyecto Parque Metropolitano su Cerros de Chena es otro proyecto Bicentenario.
En Vitacura se unieron y trabajaron juntos Municipalidad, privados, vecinos y las empresas que hicieron las carreteras, las que debieron contribuir.
En San Bernardo se creó una Corporación de Amigos del Cerro Chena para postular a recursos que permitan desarrollar el proyecto de reforestar las 1.200 hectáreas del Parque.
En Vitacura ya inauguraron la primera etapa.
El arquitecto Gino Schiappacasse dice que nuestras comunas y ciudades se densifican, con más seres y enseres en el mismo cuadrante urbano. Esto afecta los comportamientos sociales, intensificando entrecruces y fricciones. Al sentir el espacio más apretado y con más personas alrededor, el habitante se estresa más
Las distancias entre las personas son reguladas por niveles de intimidad o sociabilidad, aceptada. Nadie desconocido puede invadir mi esfera íntima, que no sienta como una trasgresión de límites. Puede representar desconcierto, miedo o agresión. La compresión espacial aumenta los niveles de angustia que significa estrechamiento. En un nivel patológico, puede inducir fobias, sensaciones de asfixia o pánico, obstruyendo la calidad de vida y el ejercer normalidad.
La proxémica, de estas nuevas distancias físicas y sicológicas, además de alterar la cohabitación vecinal, el contacto social, los grados de anonimato y soledad, el flujo vehicular o la sensación de privacidad, aumentará el uso de espacios públicos como bulevares, parques y paseos en forma peatonal, además de llenar avenidas y aceras con lo vehicular. Efectos predecibles.
Hay que distender probables saturaciones al sumar habitantes y vehículos por Hectáreasa. El hacinamiento y la sensación de encierro en una ciudad densa deben ser compensados con espacios abiertos que permitan oxigenación. Por algo, Nueva York tiene el Central Park y Paris, a La Villette. Siempre, el citadino tras desahogo.
Además de haber una relación directa de metros cuadrados verdes y plazas por cantidad de habitantes, existen 2 condicionantes en la convivencia urbana: espacios de distancia social y un sentido cívico, en que los habitantes reconocen sus espacios colectivos a gratuidad. Distancia y cercanía, simultanea. Delicada operación por la complejidad de los intereses en juego, que oscila entre lo público y privado.
En San Bernardo existe el Cerro Chena, un lugar perfecto para ofrecer a los vecinos de la zona sur de la Región Metropolitana un lugar de esparcimiento, que signifique un desahogo para un vivir cotidiano rodeado de cemento, con muy pocas áreas verdes por habitante.
El Proyecto Parque Metropolitano su Cerros de Chena es otro proyecto Bicentenario.
En Vitacura se unieron y trabajaron juntos Municipalidad, privados, vecinos y las empresas que hicieron las carreteras, las que debieron contribuir.
En San Bernardo se creó una Corporación de Amigos del Cerro Chena para postular a recursos que permitan desarrollar el proyecto de reforestar las 1.200 hectáreas del Parque.
En Vitacura ya inauguraron la primera etapa.
El arquitecto Gino Schiappacasse dice que nuestras comunas y ciudades se densifican, con más seres y enseres en el mismo cuadrante urbano. Esto afecta los comportamientos sociales, intensificando entrecruces y fricciones. Al sentir el espacio más apretado y con más personas alrededor, el habitante se estresa más
Las distancias entre las personas son reguladas por niveles de intimidad o sociabilidad, aceptada. Nadie desconocido puede invadir mi esfera íntima, que no sienta como una trasgresión de límites. Puede representar desconcierto, miedo o agresión. La compresión espacial aumenta los niveles de angustia que significa estrechamiento. En un nivel patológico, puede inducir fobias, sensaciones de asfixia o pánico, obstruyendo la calidad de vida y el ejercer normalidad.
La proxémica, de estas nuevas distancias físicas y sicológicas, además de alterar la cohabitación vecinal, el contacto social, los grados de anonimato y soledad, el flujo vehicular o la sensación de privacidad, aumentará el uso de espacios públicos como bulevares, parques y paseos en forma peatonal, además de llenar avenidas y aceras con lo vehicular. Efectos predecibles.
Hay que distender probables saturaciones al sumar habitantes y vehículos por Hectáreasa. El hacinamiento y la sensación de encierro en una ciudad densa deben ser compensados con espacios abiertos que permitan oxigenación. Por algo, Nueva York tiene el Central Park y Paris, a La Villette. Siempre, el citadino tras desahogo.
Además de haber una relación directa de metros cuadrados verdes y plazas por cantidad de habitantes, existen 2 condicionantes en la convivencia urbana: espacios de distancia social y un sentido cívico, en que los habitantes reconocen sus espacios colectivos a gratuidad. Distancia y cercanía, simultanea. Delicada operación por la complejidad de los intereses en juego, que oscila entre lo público y privado.
En San Bernardo existe el Cerro Chena, un lugar perfecto para ofrecer a los vecinos de la zona sur de la Región Metropolitana un lugar de esparcimiento, que signifique un desahogo para un vivir cotidiano rodeado de cemento, con muy pocas áreas verdes por habitante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario